Mariana Gómez del Campo, es todo un personaje. Suele participar activamente en las muchas marranadas que comete el PAN en el Distrito Federal. Entre las más recientes está el manipular a Juanito para que no renunciara a la Delegación de Iztapalapa.Luego, cuando se aprobó en el DF que las parejas homosexuales pudieran adoptar, en lugar de presentar argumentos sólidos en contra organizó una chafísima encuesta como si la aplicación de los derechos humanos pudieran sujetarse a la opinión pública. El colmo es que, a pesar de ser ella quien se opone a que los homosexuales tengan los mismos derechos que cualquier otro mexicano, llama intolerantes a sus críticos.
Las últimas marranadas de esta tripona medieval en el Instituto Mexicano de la Juventud fueron primera página en algunos diarios de circulación nacional. En un caso de asqueroso nepotismo, los amigos y parientes de la Petunia mexicana tienen jugosos huesos en esa dependencia. Además, a los becarios los obligan a afiliarse al PAN para que puedan recibir el dinero. Ah, pero muy convenientemente los noticieros de la TV han preferido continuar cacareando la nota del americanista balaceado.
Si tienes algunos minutos, te invito a que intentes descubrir las diferencias:
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