Película: Abel

Un niño, de nombre Abel, manifiesta un daño mental y deja de hablar. Esto posiblemente se debe a su hábito de ver demasiada televisión, particularmente películas de Pedro Infante, pero en la película se sugiere que la causa es el abandono de su padre (un bígamo tan pendejo que no sabe borrar fotos en una cámara digital).

Cuando Abel comienza a hablar de nuevo, lo hace como si fuera su padre. La irresponsable mamá de Abel le oculta estos síntomas al doctor, prefiere que siga enfermo a separarse de él. Eventualmente se producen situaciones que van desde lo incómodo hasta lo peligroso.

Es una película que transcurre saltando entre la comedia y el drama para acabar sin tener realmente un final. Pedorrísima.

En IMDB.