En el país africano de Sudán le han sido recetados 40 azotes a Lubna Ahmed al-Hussein por violar las leyes de ese país. Uno trata de imaginarse, qué clase de monstruosidad cometió esta mujer para merecer semejante castigo. ¿Intentó asesinar a alguien? ¿Robó? ¿Engañó? ¿Violó? No, nada de eso, el crimen que se le imputa es: Usar pantalones.
Lubna Hussein es una antigua periodista que trabaja para la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y en una reunión tuvo la ocurrencia de asistir usando pantalones (verdes por cierto). Esto fue aparentemente una violación de las leyes de Sudán y provocó que fuera arrestada por indecencia.
Sudán es un país donde se aplica la ley Islámica, la cual contiene fuertes restricciones sobre la forma en que se visten las mujeres (recordemos que en otros países islámicos es obligatorio el uso de la infame burka).
Lubna ha decidido pelear contra el sistema como cualquier mujer y por eso ha renunciado a su inmunidad como miembro de la ONU. Además ha hecho público su caso invitando a periodistas, grupos de derechos humanos y políticos para que le den seguimiento. De esta manera busca denunciar los bárbaros castigos a los que las mujeres de ese país son sometidas por absurdas imposiciones religiosas.
Como un dato extra a considerar, otro castigo para el que aplican también los azotes, es el destilar alcohol. De verdad que en Sudán tienen leyes primitivas y todo gracias al Islam, esa bonita religión que engendró a los talibanes.
La nota acá
Se me hace una estupidez que a estas alturas se condene a una mujer por usar pantalones. Se me hace una estupidez el machismo, pero la manera de erradicarla la tenemos nosotras las mujeres, eduquemos a nuestros hijos con la idea de que no van a ser menos hombres por hacer cosas que habitualmente hacen las mujeres, tenemos que enseñarles que hombres y mujeres tenemos los mismos derechos, las mismas obligaciones.
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